¿Quién se rinde?
La bandera a media asta en este Madrid tan luminoso y primaveral. Hay una luz intensa y cristalina, yo diría que limpia. No hay coches, no hay gente en la calle. Hay silencio. Y te paseas con tu mascarilla y los guantes de látex arrastrando el carrito de la compra para comprar víveres frescos para los próximos días.